La iniciativa de ley oficial otorga amplios poderes a la Comisión Nacional de Valores y busca limitar en forma notoria las atribuciones que poseen los inversores y los agentes de bolsa. Las respuestas a los interrogantes que mantienen en vilo al mercado. ¿Qué sucederá con el secreto bursátil?
Ya casi se tornó una costumbre para los inversores arrancar el día y quedar a la expectativa de un nuevo anuncio oficial que venga a modificar el escenario financiero o económico del país.
Esta vez, el avance del Gobierno se dio en el mercado bursátil.
El proyecto de ley elaborado por la Comisión Nacional de Valores (CNV) establece -en sus 160 artículos- un nuevo marco legal. Y apunta a ejercer un férreo control sobre el funcionamiento de la actividad.
La iniciativa despierta polémica, intriga y, principalmente, incertidumbre entre inversores y analistas.
Puntos conflictivos
El anuncio del proyecto que será remitido al Congreso lo realizó la Presidenta de la Nación a través de la Cadena Nacional y entre los puntos más salientes del mismo se destaca que:
En la práctica, con el nuevo proyecto se reformará la Ley de Oferta Pública número 17.811, de 1968, ante lo cual surgen numerosas preguntas.
1. ¿Qué ocurrirá con el actual secreto bursátil?
Podría sufrir un serio retroceso, ya que se contempla el libre intercambio de información entre la CNV y organismos como la AFIP, el Banco Central y la Unidad de Información Financiera (UIF).
Tal como establece la Ley 17.811, hasta el presente toda la información que sea recogida por la CNV tiene carácter secreto. Es decir, que no pueden divulgar los datos ni hacerlos públicos a pedido de una empresa o de un funcionario público, por ejemplo.
En el único caso en el que se puede acceder a ese pedido es cuando sea un juez el que lo reclama, y siempre que se trate de un proceso «criminal», vinculado con las operaciones requeridas, o a terceros relacionados con ellas, según reza al artículo 46 de la citada norma.
Vale aclarar, que tanto el directorio como el personal de la Comisión que viole el secreto bursátil, es pasible de las sanciones administrativas y penales que correspondan.
Según los autores del proyecto, la intención es la de mejorar la capacidad de supervisión e investigación financiera, posibilitando que los organismos reguladores puedan compartir información que pueda ser relevante para prevenir el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo.
2. ¿Quién será el principal beneficiario?
Sin dudas que la CNV, ya que pasará a tener el papel protagónico en las autorizaciones de cotización y demás cuestiones regulatorias del mercado bursátil.
Hasta ahora, eso recaía en los mercados de valores, por lo que sólo asumía un rol secundario.
3. ¿Qué pierde la Bolsa de Comercio?
Prácticamente todas las funciones que hoy comparte con la CNV.
De aquí en más, el organismo regulador asumiría en forma exclusiva las tareas que realiza en conjunto con la Bolsa de Comercio. Según el presidente de la CNV, Alejandro Vanoli, la idea es que todo el trámite relacionado con la oferta pública lo tenga el organismo regulador, tal como hoy sucede en otros mercados bursátiles del mundo.
4. ¿En qué situación quedarán los agentes de bolsa?
Perderán uno de los atributos fundamentales de su actividad: la autorregulación del mercado.
Una vez aprobada la ley, la CNV se convertirá en el organismo regulador de toda la actividad.
A partir de ello, las entidades que agrupan a los agentes, como la Bolsa o el Merval, ya no tendrán la potestad de dictar sus propias normas y aplicar las sanciones en los casos que correspondiera.
En paralelo, los mercados se verán obligados a cotizar en la plaza adoptando la forma de sociedades anónimas, debiendo presentar balances como cualquier empresa.
Hasta ahora, el mercado «actúa de oficio» a requerimiento de la CNV o a pedido de la parte interesada, pero el poder disciplinario lo ejerce el mismo mercado.
En adelante, de aprobarse el nuevo proyecto, la Comisión Nacional de Valores tendrá la permanente fiscalización estatal, no sólo sobre todas las etapas de la oferta pública, sino también sobre la actuación de las diferentes entidades y personas comprendidas bajo su ámbito.
5. ¿Quién autorizará a operar a nuevos agentes de bolsa?
La CNV. Es por ello que se acabaría con la obligación que hoy tienen los operadores de contar con una o varias acciones del Merval.
Todos los intermediarios, ya sea bursátiles como los agentes de bolsa o los que operen en mercados de futuros, por ejemplo, deberán ser autorizados por dicha Comisión.
La intención oficial es que así surjan nuevos actores. Para la iniciativa el proyecto oficial se basaron en el funcionamiento de la Bolsa de San Pablo o en la propia NYSE.
6. ¿Quién autorizará las nuevas emisiones?
Al igual que en el punto anterior, será la CNV la que tendrá a su cargo el proceso de autorización para que una empresa haga su oferta pública.
Cabe apuntar que en la actualidad mantenía un papel secundario.
7. ¿Es de esperar nuevos instrumentos de ahorro?
Sí, ya que la ley dotará de las facultades legales para crear y autorizar nuevos instrumentos en el mercado de capitales que permitan captar el ahorro de los que están afuera del sistema.
8. ¿Qué ocurrirá con las bolsas del interior del país?
Bajo el paraguas de la federalización, el proyecto intentará centralizar el control de los mercados, a través de una propuesta de unificación de las plataformas operativas.
9. ¿Seguirán funcionando las calificadoras de riesgo?
Sí, pero a partir del nuevo rol del organismo de control, éste reforzará su capacidad para el seguimiento activo de sus actividades, a lo que se sumará el poder sancionatorio sobre ellas.
10. ¿Quiénes podrán participar en ese negocio?
El proyecto establece que se abrirá el juego para que universidades, colegios profesionales y consultoras participen de un negocio que hasta ahora estaba reservado exclusivamente para las calificadoras de riesgo.
La opinión de los expertos
Un reconocido analista del mercado de capitales consultado por iProfesional.com explicó, off the record, que con este proyecto se busca unificar los organismos de control.
En tal sentido afirmó que «a diferencia de muchos países en los que existe un ente que supervisa toda la actividad financiera, aquí funcionan por ejemplo el Banco Central, la AFIP, la Comisión Nacional de Valores, la Superintendencia de Seguros, entre otros».
En su opinión, «están tratando de avanzar para que la CNV acceda información de primera mano, para así ejercer un mayor control».
«La reacción negativa de este martes se debió, por un lado, al temor que siempre genera entre los inversores este tipo de avances sobre los mercados y, por otro, al mal humor de los agentes, que ven diluir un poder que mantuvieron durante décadas», agregó el experto.
«Hay que tener en cuenta que la propia Bolsa, como entidad corporativa, recibió un duro golpe, ya que perderá la posibilidad de interactuar en la emisión de papeles», mencionó.
Para Eduardo Hecker, ex presidente de la Comisión, «los problemas de los mercados de capitales no se resuelven únicamente dentro de los mismos«.
«Muchos de ellos están íntimamente relacionados con la confianza en el sistema financiero en su sentido más amplio», agregó, al tiempo que afirmó que «no debe olvidarse que el trauma del corralito aún sigue vigente».
«Más allá de cuestiones ideológicas, en todo el mundo se avanza hacia mercados cada vez más regulados«, consideró Hecker, para quien «éste es un proceso que llegó para quedarse y sobre el que se seguirá ahondando».
«En tal sentido, por presiones internas o externas, como las provenientes del GAFI o del G-20, se sancionaron la Ley Antiterrorista y la de Subversión Económica, por lo que esta nueva norma no sería un hecho aislado«, indicó Agustín Cramo.
«Desde la debacle de WorldCom, siguiendo por Enron, la caída de las Torres Gemelas y la crisis de las subprime, la desregulación de los mercados financieros a nivel global -que primó durante varias décadas- entró primero en terapia intensiva y ahora lisa y llanamente murió», sostuvo Hecker.
Ante el derrumbe de los mercados del «día después», el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, volvió a defender la decisión del Gobierno.
Sostuvo que en «ningún lugar del mundo los propios actores del mercado se controlan y sancionan a sí mismos».
Y agregó «esto no es más ni menos que poner en línea nuestro mercado de capitales, que claramente no ha tenido el rol que tiene en otros lados del mundo, en términos de canalización del ahorro del público y las instituciones hacia actividades productivas».
«Los mercados de capitales nunca debieron perder esa función», concluyó.
Claro está que para muchos, el argumento de que el proyecto sirve para avanzar en la modernización de la actividad, en la práctica, es un eslabón más en la larga cadena de intervencionismo estatal.
FUENTE: iProfesional.com