Tras una larga negociación, la Presidenta y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, informaron que el piso salarial subirá 25 por ciento a partir del próximo mes. A diferencia de lo que sucedió en otras oportunidades, esta vez no se pagará en forma escalonada
Finalmente, luego de una tarde de arduas negociaciones, el diálogo entre el Gobierno, los gremialistas y los representantes de las cámaras empresarias se encaminó cerca de las 22 hacia el acuerdo.
Y la Presidenta fue la encargada de dar a conocer la «buena nueva»: el nuevo salario mínimo pasará de $1.840 a $2.300 a partir del mes de septiembre y, a diferencia de lo que sucedió en otras oportunidades, esta vez no se pagará en forma escalonada.
Luego de un encuentro que llevó gran parte de la jornada del viernes, Cristina Kirchner ingresó a las 22:10 para participar de la firma del acta.
«Los dirigentes han estado a la altura de lo que espera la sociedad«, declaró.
«Se observará que lo de acá no son intereses contrapuestos. Al contrario, son intereses coincidentes. No puede haber empresas sin trabajadores y trabajadores sin empresas», indicó.
La mandataria se comprometió a trabajar para generar «más formalidad» y más «empleo» ya que «hoy todavía, a pesar del crecimiento económico», se encuentran sectores sin inserción laboral.
«Hemos logrado un crecimiento extraordinario en estos ocho años y se han generado millones de puestos de trabajo. Hay que seguir creando más formalidad. Durante años no hubo capacitación, pero no hay intereses contrapuestos. El crecimiento de unos hace al crecimiento de los otros», sostuvo la Presidenta.
«Acá hay sectores que cada vez se tienen que aunar más. Vamos a tener que trabajar mucho en el tema de la competitividad, no sólo vinculada a lograr mejores rindes del sector empresarial, sino también del sector laboral. Las dos cosas van unidas», suscribió.
Una jornada de negociaciones
Las negociaciones entre los equipos técnicos habían comenzado temprano en el Ministerio de Trabajo.
A partir de las 15, el diálogo se había trasladado al plenario, aunque éste nunca funcionó como tal. Es que en principio se dividieron gremialistas y sindicalistas para analizar el tema.
Sin acuerdo, el diálogo había pasado a cuarto intermedio hasta las 17.
Tras varias horas, cuando se estaban empezando a nublar las esperanzas, finalmente se pudo acercar posiciones entre las partes.
FUENTE: iProfesional.com