El ente recaudador bonaerense lanzará el 20 de abril un nuevo sistema de fiscalización completamente automático
Como una medida en busca de frenar la evasión, el gobierno de la provincia de Buenos Aires, que conduce Daniel Scioli, incrementará desde mediados de este mes el control sobre todos aquellos que pagan Ingresos Brutos en tierras bonaerenses.
La Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA) informó ayer en una reunión con medios nacionales que desde el 20 de abril comenzará a utilizar el llamado Sistema de Fiscalización Remota (FIRE), que automatizará todo el proceso para hallar inconsistencias -y presentar descargos- entre los 1,3 millones de contribuyentes que pagan el gravamen. Todo el camino estará digitalizado, incluso el que, luego de dos advertencias sin respuesta, termina en los tribunales provinciales. En ese sentido, un proceso de embargo por deuda pasará de tardar un promedio de 400 días a diez, estimaron en ARBA.
Ingresos Brutos es el impuesto más importante de la provincia. El año pasado, por caso, representó el 76% (más de $ 67.000 millones) de toda la recaudación acumulada.
Para ajustarlo y testearlo entre especialistas, el FIRE -un proyecto en el que se trabaja desde hace un año- comenzará a probarse de forma gradual en un principio, según contaron en el ente provincial. El sistema remoto buscará inconsistencias en la declaraciones juradas cruzando datos de los contribuyentes provenientes de diversas bases, incluso de las que entregará la AFIP, organismo con el que se cerró un convenio para compartir información.
La nueva aplicación, explicitaron en ARBA, permitirá hacer un seguimiento continuo de la conducta fiscal de cada contribuyente.
En un primer momento, el cruzamiento de información más importante será entre el pago por Ingresos Brutos de cada contribuyente y lo declarado por IVA. Pero el ente recaudador espera que a fines de este año se hagan catorce entrecruzamientos diferentes, entre los que aparecen todos los gastos y consumos de cada persona que pague Ingresos Brutos en la provincia de Buenos Aires.
«Lo más importante es que todo el proceso de fiscalización se hace automáticamente y de manera digital», afirmó el director de ARBA, Iván Budassi. «Con este cruce vamos a llegar al 100 por ciento de los contribuyentes con inconsistencias», argumentó.
¿Cómo comenzará el proceso? ARBA enviará una notificación masiva a los domicilios fiscales digitales de sus contribuyentes para informarles que fueron incluidos en el FIRE.
El contribuyente deberá ingresar a la página web de ARBA (pestaña «Mi ARBA») y entrar con el CUIT y su clave CIT. Allí será recibido por una página de bienvenida con «el alcance y funcionalidad de la aplicación».
En esa misma página aparecerán «los desvíos» detectados por la agencia en el cumplimiento del impuesto sobre los ingresos brutos. En tanto, en la pantalla «situación actual» podrá ver un informe completo sobre las inconsistencias como pagador de Ingresos Brutos o como agente de recaudación. Allí se informará también de la fecha de corte del cruce de datos, los períodos con desvíos y el monto total del impuesto omitido estimado. El contribuyente podrá seleccionar un período determinado para generar un descargo. En el momento, las diferencias podrán ser reconocidas o no por el sistema. Según ARBA, existirá una fecha límite para hacer el descargo. Si el descargo es considerado procedente, el desvío se dejará de mostrar en la página. En caso contrario, se especificarán el motivo y la norma incumplida.
Las inconsistencias detectadas por el sistema se seguirán exhibiendo hasta que una rectificación en la declaración jurada la modifique. El FIRE proveerá además una información completa sobre la situación del contribuyente frente al fisco.
En una primera prueba hecha por ARBA en un universo de grandes y medianos contribuyentes se encontraron 26.000 inconsistencias por un total de $ 960 millones.
En la entidad recaudadora estimaron además que brindarán la posibilidad de que el contribuyente elija dentro del nuevo sistema un «apoderado» para blanquear el uso del FIRE a través de contadores.
FUENTE: La Nación