Dejó de ser una novedad; el anuncio lo hizo el ministro de Hacienda y Finanzas Públicas, Alfonso Prat Gay, asegurando que el blanqueo de capitales y la moratoria impositiva «forman parte del ordenamiento de la economía a través de un esquema que integre a todos, incluyendo a quienes no tienen sus cuentas impositivas en orden». Así lo adelantó el pasado 12 de mayo en el Congreso del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF).
Estas palabras pueden traducirse como un nuevo punto de partida no sólo frente a la situación coyuntural de la economía si no de cara a la aplicación de los convenios internacionales de información que comienzan a aplicarse en 2017 sobre 44 países y en 2018 se suman 56 naciones más.
Lo que prepara el Gobierno desde sus distintas áreas es un Régimen de Transparencia Fiscal que comprende las dos medidas antes mencionadas y una modificación del Impuesto sobre los Bienes Personales que además de incrementar el mínimo gradualmente en tres o cuatro años pasaría de mínimo exento a mínimo no imponible. Es decir se tributaría sobre el excedente del monto fijado.