Con solo entrar a www.cuitonline.com y colocar el nombre de cualquier persona usted tendrá acceso a su situación fiscal y las deudas bancarias. Para algunos datos necesitará un código que de ninguna forma resultará un impedimento para insistir en la búsqueda. De hecho, dicho código de letras y números aparece junto al espacio donde hay que colocarlo
HORACIO RIGGI Buenos Aires
El advenimiento de las redes sociales volvió a poner sobre el tapete una discusión antigua: la línea divisoria entre lo público y lo privado. La historia reciente dice que Facebook fue el primer exponente de la era global que de la mano de Internet hizo que gente común o no tanto adquiera un grado de exposición mayor. Así, los amigos virtuales de Facebook, que no lo son tanto, ya que la mayoría de los usuarios acepta a conocidos, se enteraban que tal compañero de trabajo había estudiado en tal escuela y que además tenía hermanos, hijos, etc. Digamos que el conocido pasó a tener la información que suele tener un amigo.
Pero al mismo tiempo que las personas comenzaron a exponerse surgieron problemas. Tal cantidad de reclamos recibió Facebook que la empresa tuvo que confeccionar una guía para que sus usuarios aprendan a determinar lo que quieren mostrar a todos los amigos de la red, de lo que se quiere esconder.
Engañados o no tanto, los usuarios de Facebook hacen público lo que tienen ganas, o los de Twitter publican lo que quieren o siguen a los que quieren. Pero para aquellos que se creían protegidos porque no desean bajo ningún aspecto hacer público el mínimo asunto de su vida privada, y por lo tanto no figuran ni en Facebook ni en Twitter, y se habían salvado de aparecer en WikiLeaks los cables que violaban conversaciones online y que se publicaban en Internet ahora tienen un motivo real de preocupación: cuitonline.
Con solo entrar a www.cuitonline.com y colocar el nombre de cualquier conocido usted tendrá acceso a su situación fiscal, las deudas bancarias y datos personales. Para algunos datos necesitará un código que de ninguna forma resultará un impedimento para insistir en la búsqueda. De hecho, dicho código de letras y números aparece junto al espacio donde hay que colocarlo.
Una vez ingresado el código el usuario puede ir, por ejemplo, a la central de deudores del sistema financiero. Ahí, además de enterarse del estado de cuenta de la persona que le interesa buscar, se le informa que la magnitud de la deuda está expresada en miles de pesos, y que ante cualquier duda u error en la información, se señala que los derechos de rectificación, actualización, supresión, confindencialidad, deben ejercerse ante las entidades cedentes que sean parte en la relación jurídica a que se refiere. Es decir, está claro que la información a la que accedió es información que hasta ahora uno creía resguardada por las autoridades gubernamentales como la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSeS) o los organismos autárquicos como el Banco Central.
El Cronista envió dos mails a la casilla que figura en la página de cuitonline para comunicarse con las autoridades de la web, pero no tuvo respuesta.
Cuitonline ayer hizo furor en Twitter y empezó a poner nervioso a más de uno.
FUENTE: Cronista.com