Conocida la victoria de Donald Trump, hay quienes se adelantaron a especular con que el intercambio de información fiscal entre los EEUU y Argentina no prosperaría, basados en la declaración “Repeal FATCA”, firmada el año pasado por él, y en la cual apuntaba a dejar sin efecto este sistema.
Siendo Trump una persona con años en Reality Shows, sabemos que una cosa es el Trump candidato, y probablemente otra muy diferente sea el Trump presidente (algo que ya se pudo ver en su primer discurso como presidente electo).
Por eso, se trata de un análisis entre lo posible y lo probable. ¿Es posible que Trump cumpla sus retóricas de campaña? Sí. ¿Es probable que lo haga? La respuesta es no.
No obstante, lo que debiese preocupar a quienes tienen activos en EEUU, es el avance de la norma bajo la cual la evasión tributaria pasa a ser un delito precedente del lavado de dinero; ergo, poco a poco todas las instituciones financieras están comenzando a sacarse de encima a aquellos clientes que tienen activos sin declarar en su país de residencia, ya que pudiesen ellos mismos quedar expuestos como copartícipes de un delito complejo. Lo más probable es que, antes de que se dispare el intercambio de información, las instituciones financieras en EEUU les envién una carta informándoles del cierre de su cuenta junto con un cheque por el valor de la misma.
El blanqueo finaliza el 31 de marzo, y una vez que finalice ya no habrá vuelta atrás. Cuando la AFIP descubra los activos en el exterior, la discusión empieza al 60% (21% de IVA, 35% por el incremento patrimonial, más gastos no deducibles); además de una penal cambiaria y tributaria que demandará gastos de abogados.
Se trata de demasiados riesgos a correr frente a pagar un 10% por entrar al blanqueo (o 5% para inmuebles), sabiendo además que con una correcta planificación financiera es posible recuperar este costo. A su vez, con una correcta planificación impositiva es posible evitar, reducir y hasta diferir impuestos futuros. Ni que hablar sobre las varias alternativas que permiten blindar los activos propios del ataque de terceros por la creciente industria del juicio. Lo mismo para elegir la visibilidad fiscal, existe varias técnicas permitidas en la normativa para que en la declaración jurada personal de impuestos sólo aparezcan aquellos activos que uno desee.
De ahí que el foco debiese estar en diseñar la estrategia Post-Blanqueo, y dejar de lado el stress diario de quien sabe que en algún momento lo van a descubrir.
Mariano Sardans*
*El autor de la columna es CEO en FDI, Gerenciadora de Patrimonios.
FUENTE: apertura.com