La AFIP amplió el plazo para efectuar el depósito hasta el 21 de noviembre. 48 horas atrás había levantado la necesidad de presentar declaraciones juradas. Hay tiempo hasta el 31 de octubre para abrir las Cuentas Especiales en entidades financieras
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) amplió el plazo para efectuar el depósito del dinero proveniente del blanqueo -tanto sea moneda nacional como extranjera- hasta el 21 de noviembre, según una norma que será publicada en el Boletín Oficial este viernes.
La nueva norma aclara que el 31 de octubre de 2016, inclusive, es la fecha límite para efectuar la apertura de las «Cuentas especiales – Ley Nº 27260- Régimen de Sinceramiento Fiscal» en una entidad financiera del país y obtener la CBU de cada una de ellas.
«No tenemos margen legal para establecer una prórroga -había dicho Alberto Abad,titular del organismo, días atrás- pero estamos buscando herramientas para facilitar la afluencia normal a la apertura de las cuentas. Que nadie deje de hacer los trámites, no se den por vencidos hasta el 31 de octubre», sostuvo.
La norma establece que el 21 de noviembre, inclusive, será el vencimiento para efectuar el depósito en el banco en el que hayan sido abiertas dichas cuentas, para lo cual deberá contar con el comprobante emitido por la AFIP y, en su caso, la constancia de VEP pagado; ambos debidamente firmados por el declarante.
Otras flexibilidades
Dos días atrás, la AFIP había admitido que los bancos ya no podrán exigir a sus clientes presentar declaraciones juradas de Bienes Personales y Ganancias.
La medida rige para todo tipo de operaciones, aunque cobra más relevancia en los casos de aquellas personas que quieren adherir al blanqueo de capitales que lanzó el Gobierno.
«Vamos a sacar una norma conjunta con Unidad de Información Financiera (UIF) para que quede sentado que los bancos no tendrán que exigir las declaraciones juradas a los interesados en sincerar», dijo Abad.
La disposición se da luego de que el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, señalara a losbancos como los responsables de que el blanqueo no despegara.
Según el funcionario, exigían información innecesaria a los interesados. La normativasaldrá antes de diciembre y no solo se ceñirá al blanqueo de capitales, si no que será una norma general para el sistema bancario.
«La declaración jurada es secreto fiscal, por eso ni siquiera en AFIP esos datos pueden salir sin el pedido formal de un juez», explicó Abad.
Asimismo, muchas entidades no sólo exigían el último registro de Bienes Personales yGanancias de los clientes que estaban interesados en el blanqueo, el pedido de dicha información fiscal es de uso común en los bancos y se les exige a quienes buscan, por ejemplo,sacar un crédito.
«Ya no van a poder pedir las declaraciones impositivas para nada. Si necesitan chequear el patrimonio de una persona o sociedad, pueden pedir otra documentación como escrituras de inmuebles», dijo Abad.
Abad remarcó que «el sinceramiento tiene tres oleadas». La primera terminaba originalmente en octubre, -auqnue se extendió ahora hasta el 21 de noviembre– y comprende el plazo para blanquear efectivo. La segunda es el 31 de diciembre, porque a partir de ahí la alícuota pasará del 10% al 15%, y habrá un efecto puerta 12. Y hay una oleada final, asociada con los inmuebles, que como siempre pagan el 5%, los consultores los asesoran esperar hasta el 31 de marzo.
El funcionario indicó que, frente a las medidas de fuerza anunciadas por el sindicato bancario, el organismo evalúa alternativas para extender los plazos para que aquellos que hayan iniciado el trámite puedan perfeccionarlo.
Hasta la fecha, el aplicativo de la AFIP para chequear la situación fiscal registró más de 2,3 millones de visitas.Además, confirmó que han sido realizadas 53.000 visitas a contribuyentes tras detectarbienes que deberían ser ingresados al régimen de sinceramiento.
«De algunos hasta tenemos la dirección del inmueble en Miami o en Punta del Este. En esos casos, los visitamos personalmente«, puntualizó.
Pelea Gobierno – bancos
Idas y vueltas. Acusaciones cruzadas. ¿Qué hay detrás de la pelea entre el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, y los banqueros?
¿Realmente los bancos no ayudan al régimen de blanqueo de capitales?
Desde la óptica de Hacienda se presenta una puja de intereses que se dará hasta el fin del régimen. Por un lado, para asegurar el éxito del el sinceramiento fiscal, los controles deberían ser relativamente más laxos.
Pero, del otro, tanto el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) condenarían un sinceramiento concontroles «livianos».
En particular sobre los fondos que puedan provenir del terrorismo y el narcotráfico, lo que dejaría mal parada a la Argentina ante el escenario mundial.
Es por ello que el cuerpo normativo es tan estricto respecto del dinero que se ingresa al sistema.
Entonces, ¿cómo conciliar la necesidad de obtener un gran flujo de divisas sin recibir lacondena internacional?
Un reconocido tributariasta, con llegada a las oficinas de la AFIP, precisó: «Los funcionariossaben mejor que nadie que para el éxito del blanqueo los controles que deben llevar adelante los bancos no deben ser tan estrictos«.
Otro reconocido asesor impositivo señaló a iProfesional la encrucijada que se les presentaa los bancos. «Por un lado, saben que tienen la luz verde del Gobierno para relajar loscontroles. Pero, por otro, estos mismos controles están claramente establecidos en la propia Ley».
En otras palabras, si no cuentan con una normativa respaldatoria, quedarían expuestos ante sus casas matrices.
Radiografía de los blanqueadores
«Este blanqueo tiene la característica de haber puesto a pensar y, por ende, interesarle a personas de distinto poder adquisitivo«, observa Andrés Edelstein, socio de Tax & Legal – International Taxation de PwC Argentina, en diálogo con iProfesional.
En ese «fenómeno transversal«, se están recibiendo consultas de individuos con perfiles bien diversos.
Una primera división que trazan los especialistas es entre los «chicos» y los «medianos«. El número mágico que marca la frontera entre ambas categorías es 250.000 dólares.
Luego, claro, está el grupo al que pertenecen quienes tienen grandes sumas que se cuentan de a millones.
Según, Fernando Schettini, socio de S&A Auditores y Consultores, «se percibe un mayor interés en aquellas personas físicas con montos significativos de patrimonio localizados en el exterior«.
En la misma línea se maneja Jorge Gebhardt. Para el director del Departamento de Impuestos de Aguirre Saravia & Gebhardt, si bien se han dado en general todo tipo de situaciones, «es mayoritario el interés de personas con patrimonios altos y medios«.
Los especialistas consideran que estos individuos de altos ingresos, que por lo general tienen montadas estructuras en el exterior, son los que ya decidieron blanquear, temorosos por el nuevo paradigma de intercambio de información que comenzará a regir desde el año próximo.
El hecho de que en este blanqueo exista la posibilidad de exteriorizar sin traer las divisas al país constituye otro aliciente para este grupo.
Luego, pueden establecerse diferencias según el sitio de radicación del dinero. Para aquellos que recurren a la banca suiza, el blanqueo es una decisión prácticamente obligatoria. El abandono del secreto por parte del país helvético hizo que los bancos comenzaran a ser más estrictos con sus propios clientes.
En cambio, quienes tienen dinero en Estados Unidos todavía están en etapa de «wait and see».
Si bien hubo guiños de parte del gobierno de Obama en el sentido de estar dispuesto a colaborar con un régimen de intercambio de información fiscal, lo cierto es que todavía no están claros los tiempos y los alcances de ese acuerdo.
Para que la AFIP sepa efectivamente quiénes tienen cuentas en Estados Unidos y por cuánto dinero, hace falta una ley votada por el congreso estadounidense y, además, acuerdos bilaterales con aquellos estados con regímenes especiales. Tal es el caso de los típicos «paraísos fiscales» como Delaware.
También están en etapa de análisis quienes tienen dinero en Uruguay, típicamenteahorristas pequeños y medianos que llevan su dinero «cash» en Buquebus para abrir una cuenta bancaria en la vecina orilla.
Para estos inversores de clase media, que buscan refugio ante el riesgo confiscatorio, el incentivo para el blanqueo luce menor que para las otras categorías y, además, el monto de la multa es percibido como alto.
Otro de los aspectos que pueden diferenciar a los distintos «blanqueadores» es la condición etaria. Así lo explica Alberto Mastandrea, socio de Impuestos & Legales de BDO Argentina, quien distingue a dos grupos.
«Observamos que, por lo general, a las personas menores de 60 años les cuesta menos tomar la decisión de ingresar al régimen, mientras que las mayores de esa edad son las que más tiempo requieren«, resalta.
Los motivos que hacen que el segundo conjunto sea más reticente se puede encontrar en el hecho de que, o bien deben romper con un paradigma que los acompaño por algún tiempo o a raíz de que son más escépticos respecto al cambio de las reglas de juego.
A la hora de dar mayores precisiones sobre los futuros adherentes, Mastandrea explica que los principales activos que serán exteriorizados son:
–Portafolios de inversiones en el exterior.
–Cuentas bancarias fuera del país.
–Bienes inmuebles en Estados Unidos (principalmente en la Florida).
–Propiedades en Uruguay, en su mayoría en Punta del Este y, en menor medida, en Colonia.
–Inmuebles y dinero físico en el país.
Adicionalmente, el especialista de BDO indica que existen varios casos en los cuales los citados activos se encuentran en poder de sociedades del exterior.
Por este motivo, el grupo de expertos del estudio se halla en pleno análisis respecto de la conveniencia de declarar las offshore o los bienes en poder de las mismas, ya que las soluciones varían en cada caso.
FUENTE: iProfesional.com