La propuesta de ley que comienza a debatirse hoy en el Congreso consta de tres programas. El primero es un «régimen permanente de aportes»
Últimamente, cada iniciativa del Gobierno parece recrear el ‘riesgo del plan Cedin’. Es decir, en nombre de un objetivo loable se recurre a métodos que luego -en la práctica- pueden no dar los resultados esperados.
Incluso, genera resquemores en la propia base de la militancia K. Y, peor aun, todo ese ‘costo político’ va acompañado por pronósticos desalentadores por parte de expertos.
En estos días, esta situación amenaza con repetirse, tras el anuncio de un plan de alivio de aportes impositivos tendiente a fomentar el empleo registrado.
La parte del costo político ya empezó. Casi inmediatamente después del anuncio hecho por la Presidenta, comenzaron a llegar las críticas ‘por izquierda’, que comparan esta iniciativa con las experiencias de flexibilización laboral realizadas durante los años ’90.